Ya hemos visto en anteriores entradas a esta pequeña garza blanca. En esta ocasión ha sido retratada en la balsa que se ha formado en el agujero que quedó en una cantera tras terminar su periodo de explotación. Estas balsas carecen de la biodiversidad de otros espacios naturales y su regenaración se ve dificultada por la irresponsabilidad de muchos, que posiblemente por ignorancia o dejadez, no contribuyen de forma positiva al establecimiento de la flora y la fauna que potencialmente pueden llegar a albergar. Los residuos más evidentes son los diferentes tipos de plásticos (lacra que nuestra civilización deja en herencia indeseable a las futuras generaciones) y otros residuos "invisibles" biológicamente incompatibles.
No faltan especies exóticas que, por una equivocada interpretación del "amor a los animales y las plantas", terminan usurpando el espacio vital a otras especies autóctonas que, en ocasiones, entran en recesión poblacional. No obstante, pese a todos los obstáculos, es de admirar la fuerza con que la Naturaleza pugna por recuperar lo que por Ley (natural) le pertenece.
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