Posiblemente sea la más popular entre las aves de gran tamaño, por su vinculación a los poblamientos humanos. En la península son muy reconocibles sus grandes nidos emplazados con cierta predilección sobre iglesias y otros edificios relevantes. En la vertiente cantábrica no es un nidificante frecuente, de modo que avistarla en uno de nuestros humedales siempre es novedoso. En esta ocasión un ejemplar juvenil que seguramente proviene de alguna de las colonias próximas que, a pesar de estar anillado, es imposible identificar la inscripción a distancia y convertir las dudas en certezas.
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