Como un consumado modelo de pasarela, este joven Colirrojo tizón, posa mostrando todos su perfiles. Esto, junto con la nitidez de las fotos, nos permite apreciar su plumaje recien estrenado (aún sin desgaste) y los vestigios de las "boqueras" amarillas en las comisuras de su pico. Los pollos de los paseriformes lucen, en el interior y contorno de sus bocas, vivos colores que desatan en los adultos el instinto de alimentarlos. Los juveniles de las aves sufren transformaciones de su aspecto según su crecimiento y desarrollo, algo similar a los humanos, coincidiendo en esta edad "juvenil" detalles de polluelo y de adulto.
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