Aquí la tenemos con una jugosa oruga que ha capturado empleando habilmente su largo pico. Cada especie, cada ejemplar, cumple un papel fundamental en el equilibrio natural. Si los insectívoros, los insectos proliferarían de tal manera que se descompensaría ese equilibrio con nefastas consecuencias. También los insectos son imprescindibles para el entorno, pero dentro de unos límites. Los predadores de los insectivoros, a su vez, los mantienen a raya para que su número tampoco resulte descompensado por exceso. Todos están engranados en una cadena frágil, pero vital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario