En una ocasión anterior trajimos a estas páginas a una Garceta dimorfa, de variedad clara, que se dejó ver en Paliaundi, en el corazón de la desembocadura del Bidasoa. En esta ocasión se trata del plumaje más arquetípico de la especie, el morfo oscuro, y nos llega desde un poco más lejos, del sur de la península del Sinai.
Acostumbrados a ver a nuestras garcetas "blancas" nos llama de inmediato la atención su oscuro color, pero son otros los detalles, especialmente en la forma y color de su pico, lo que se deben tener en cuenta para una identificación precisa que impida su confusión con la escasa, pero existente, variedad oscura de la Carceta común o en el caso inverso, la variedad de morfo claro de la Garceta dimorfa con la común.
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