Estos pájaros de la familia de los fringílidos, tienen un pico muy característico con las puntas ganchudas entrecruzadas. Es una especialización para acceder y extraer las semillas de las piñas. No solo es una cuestión de habilidad conseguir estos piñones. Su gruesa cabeza y "cuello de toro" acogen unos potentes musculos que dotan a sus mandibulas de la fuerza necesaria para conseguir su alimento.
La edad y el sexo se aprecian en los colores del plumaje: Rojizos los machos, verdosas las hembras y grisaceos los jóvenes.
No es un invernante frecuente, pero en determinados años se producen invasiones a gran escala y, como por fortuna este año ha tocado, los podemos ver casi por cualquier zona montañosa, siempre que haya coníferas cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario