ABEJARUCO (Merops apiaster)

Es sin duda, el Abejaruco, el ave de colorido más variado y llamativo de todos cuantos anidan en nuestro continente. En la fotografía vemos a un ejemplar juvenil y esto nos va a permitir apreciar los detalles que lo distinguen de un adulto de su especie:

Su dorso es verdoso, a diferencia del diseño castaño-rojizo y amarillo de los adultos.

Sus colores son, en conjunto, más apagados que los de sus padres.

Carece de las largas plumas de la parte central de la cola, que les da un aspecto característico a los ejemplares maduros.

Un detalle más que, aunque pequeño, es muy significativo. Se trata del color de sus ojos, que en esta edad son oscuros y al crecer pasan a ser de un vivísimo rojo, que parece rematar el colorido de este auténtico "arco iris volador".
Una vez explicadas, con palabras, las diferencias entre jóvenes y adultos, podemos compararlos visualmente, al tiempo que disfrutamos de estas preciosas fotografías:

ESCRIBANO CERILLO (Emberiza citrinella)

Los nombres de las aves acostumbran a hacer referencia a algún rasgo de su aspecto o su conducta. En el caso de los Escribanos esto resulta algo desconcertante hasta que conocemos que sus huevos se caraceterizan por unos finos garabatos que parecen trazados con  tinta.

Los Escribanos tienen el pico triangular propio de las especies granívoras, pero la dieta de los pollos exige un aporte intenso de proteinas que sus padres les suministran con insectos y larvas. Es por esto que deducimos de inmediato que este macho de Escribano cerillo está en época de crianza de sus polluelos ya que la "ceba" que porta en su pico así lo delata.

Esta especie, en la península Ibérica, no cría más al sur de una estrecha franja en el norte. Sin embargo, durante la estación fría, pueden verse Escribanos cerillos hasta el centro peninsular.

ALCAUDÓN DORSIRROJO (Lanius collurio)

Son los Alcaudones unos pájaros muy especializados. Su pico es ganchudo, casi como el de las rapaces, y con el atrapan insectos de corazas resistentes e incluso pequeños vertebrados. Es bien conocida su costumbre de formar "despensas" cuando la caza es abundante y no la consumen en el momento. En ocasiones se detecta antes su despensa que al propio pájaro, ya que esta no puede confundirse con algo accidental. Nos estamos refiriendo a animalillos ensartados en las púas de arbustos espinosos o incluso en los alambres de los cercados.

PAPAMOSCAS GRIS (Muscicapa striata)

COLIRROJO TIZÓN (Phoenicurus ochruros)

Como un consumado modelo de pasarela, este joven Colirrojo tizón, posa mostrando todos su perfiles. Esto, junto con la nitidez de las fotos, nos permite apreciar su plumaje recien estrenado (aún sin desgaste) y los vestigios de las "boqueras" amarillas en las comisuras de su pico. Los pollos de los paseriformes lucen, en el interior y contorno de sus bocas, vivos colores que desatan en los adultos el instinto de alimentarlos. Los juveniles de las aves sufren transformaciones de su aspecto según su crecimiento y desarrollo, algo similar a los humanos, coincidiendo en esta edad "juvenil" detalles de polluelo y de adulto.

JILGUERO (Carduelis carduelis)

Distinguir con claridad si un ave es adulta o aún está en su etapa juvenil, en ocasiones, resulta peliagudo. No es el caso de los Jilgueros ya que el amarillo flanqueado de negro de sus alas los hace inconfundibles. Será el tiempo el que tiña sus caras con rojo, blanco y negro, a modo de la bandera de los jilgueros o de pequeño payasete emplumado.

CORRELIMOS OSCURO (Calidris maritima)

No hace mucho señalamos que este "correlimos" no corre por el limo, sino por las rocas de la costa. Su entorno es una gran ayuda para su identificación, siempre que no lo confundamos con un Vuelvepiedras (Arenaria interpres). Lo que pretende ilustrar esta foto es que no siempre es fácil localizar a las aves en su medio natural. La distancia, el mimetismo y lo amplio y homogéneo que puede resultar el escenario, hace que en muchas ocasiones se "escapen" al ojo poco entrenado en la observación ornitológica.

GARCETA COMÚN (Egretta garzetta)

Ya hemos visto en anteriores entradas a esta pequeña garza blanca. En esta ocasión ha sido retratada en la balsa que se ha formado en el agujero que quedó en una cantera tras terminar su periodo de explotación. Estas balsas carecen de la biodiversidad de otros espacios naturales y su regenaración se ve dificultada por la irresponsabilidad de muchos, que posiblemente por ignorancia o dejadez, no contribuyen de forma positiva al establecimiento de la flora y la fauna que potencialmente pueden llegar a albergar. Los residuos más evidentes son los diferentes tipos de plásticos (lacra que nuestra civilización deja en herencia indeseable a las futuras generaciones) y otros residuos "invisibles" biológicamente incompatibles.

No faltan especies exóticas que, por una equivocada interpretación del "amor a los animales y las plantas", terminan usurpando el espacio vital a otras especies autóctonas que, en ocasiones, entran en recesión poblacional. No obstante, pese a todos los obstáculos, es de admirar la fuerza con que la Naturaleza pugna por recuperar lo que por Ley (natural) le pertenece. 

CORMORÁN GRANDE (Phalacrocorax carbo)

Se distinguen, al menos, dos subespecies de Cormorán grande: La continental y la atlántica. Este ejemplar es de la variedad continental, distinguible en plumaje reproductor, por la extensión del blanco por el capirote y cuello, que en la atlántica se limita a poco más que sus mejillas.

GAVIOTA PATIAMARILLA (Larus michahellis)

Por conocida que nos resulte, no podemos negar su belleza y elegancia volando en su medio natural.

CHORLITO GRIS (Pluvialis squatarola)

Esta especie, durante la época reproductora, luce un intenso color negro en su vientre, pecho, garganta y mejillas pero durante la invernada en nuestras latitudes, su plumaje es de un gris más claro y menos contrastado. Es en esta estación invernal cuando podemos confundirlo con el Chorlito dorado, pero en vuelo muestra un rasgo inconfundible, sus axilares negras. Este pequeño pero conspicuo espacio negro de su parte inferior, en el encuentro entre el ala y el cuerpo, nos ayuda a diferenciarlo de otras especies de similar tamaño, muy especialmente cuando forman parte de bandos "mixtos" y los vemos solo unos segundos en veloz vuelo. Por cierto, en la segunda foto hay algunas Aguja colipintas.

MARTINETE (Nycticorax nycticorax)

De comportamiento preferentemente nocturno, son contadas las oportunidades que podemos verlo durante el día, fuera de su ocultamiento entre la espesa vegetación de ribera. Verlo a plena luz, nos permite apreciar su plumaje de combinados grises y negro y especialmente, si la distancia no es muy grande, sus ojos de rubí.

CHORLITEJO PATINEGRO (Charadrius alexandrinus)

Es cierto que "el mundo de los pequeños limícolas" puede resultar difícil si no se presta la suficiente atención a detalles identificativos claves. Por suerte sus nombres nos dan, en ocasiones, pistas muy valiosas. En este caso "patinegro" marca una diferencia esencial con respecto a sus primos con los que podríamos confundirlo, el Chorlitejo grande y el Chorlitejo chico, pero estos tienen sus patas naranja y gris-rosado, respectivamente.

BISBITA ARBÓREO (Anthus trivialis)

De costumbres menos terrestres que otros bisbitas, las curvadas uñas de sus dedos posteriores, indican que este pájaro está más adaptado a aferrarse a las ramas en las que se posa. En un mometo dado podría confundirse con el Bisbita común (Anthus pratensis), que es de hábitos más terrestres, pero además solo está en invierno entre nosotros mientras que este, el arbóreo, solo está aquí durante la estación reproductora. Es decir apenas hay unas fechas de solapamiento donde coinciden los unos que se van con los otros que llegan.

BUSARDO RATONERO (Buteo buteo)

Ahora que ya nos hemos podido recrear contemplando la bella estampa y los detalles de esta hermosa rapaz, vamos a ver, en diferentes momentos de vuelo, detalles de plumaje (desgastado y nuevo) y las posturas cuando escudriña con su mirada su territorio de campeo.

Y ahora desde un ángulo poco habitual pero muy espectacular, casi a la misma altura que el ave:

¡ Que hermosas son las rapaces en libertad !

ZARCERO COMÚN (Hippolais polyglotta)

En primavera y verano es frecuente en entronos que combinan bosquetes claros con denso sotobosque y en matorrales ribereños. No es pájaro asustadizo, pero si inquieto. Durante "la estación de los amores" es un verdadero placer atender a sus conciertos desde la cumbre de un arbusto.

CIGUEÑA BLANCA (Ciconia ciconia)

Posiblemente sea la más popular entre las aves de gran tamaño, por su vinculación a los poblamientos humanos. En la península son muy reconocibles sus grandes nidos emplazados con cierta predilección sobre iglesias y otros edificios relevantes. En la vertiente cantábrica no es un nidificante frecuente, de modo que avistarla en uno de nuestros humedales siempre es novedoso. En esta ocasión un ejemplar juvenil que seguramente proviene de alguna de las colonias próximas que, a pesar de estar anillado, es imposible identificar la inscripción a distancia y convertir las dudas en certezas.

GARZA IMPERIAL (Ardea purpurea)

COLLALBA RUBIA (Oenanthe hispanica)