Este ejemplar estaba en río Bidasoa en febrero. Es un individuo de 2º invierno. Su plumaje es intermedio entre el juvenil y el adulto. Lo que llama la atención es lo rojizo de su pico, que también está presente en sus patas. No es una raza diferente a la habitual entre nosotros, responde a variaciones individuales.
Esta última foto no añade nada nuevo a la identificación, pero es que se marchó así, sin despedirse. En realidad está puesta aquí para poder apreciar como un ave aparentemente grande, como la Garza real, es extremadamente estilizada y de "pocas carnes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario